Al hacer un análisis profundo sobre el espacio dramático, y su relación con el «actor». (desde un punto de vista escenográfico) Es posible observar tres niveles o planos de lectura: El encuentro del «actor» en el espacio dramático, nos ubica obligatoriamente en un lugar fijado a las leyes del espacio físico, por tanto un espacio como lugar, donde este debe generar la necesaria relación del personaje-actor con su arquitectura, tipologías de telones, luces, decoración, butacas para teatros y un compendio de elementos que configuran en su conjunto el lugar que debe crear el primer impacto emocional al espectador ( vivenciar el lugar, hacerse parte, habitarlo). Un espacio evocado a través de la convención dramática y escultórica de numerosos elementos que lo conforman. La relación del personaje con el «decorado» (donde el actor nos habla desde la ficción) con fondos elaborados a todo color con cualidades ignífugas que proporcionan la ambientación necesaria al actor y al público. Y por último, el espacio narrado, que es el espacio que se reconstruye a través de la palabra (la relación del actor con el relato, la descripción), lo que no se narra se pierde en la memoria, la creación de nuevas intuiciones y halos de emociones parten de la habilidad profesional del actor y sin duda alguna de la ayuda del buen montaje de una escenografía de teatro.
La interacción de estos planos, con sus delimitaciones, sus influencias, sus fusiones y sus proporciones, son capaces de activar las fuerzas de tensión que nos permite configurar el espacio como un discurso vivo, generador de la sorpresa. Discurso que interactúa (en una relación de dependencia) con el de los otros lenguajes de la puesta en escena, creando un todo único y armónico, expresamente indivisible.
Enfrentar el texto desde varios puntos de vista desde el análisis dramático; La temporalidad y su contexto posible, su relación conceptual, simbólica y espacial de cada uno de los elementos de que se componen. Nos permiten entender y desarrollar el todo como una unidad orgánica. donde Forma, Color y Textura, son el medio por el cual podremos resolver las relaciones espaciales.