En la actualidad, las butacas para cines, teatros y similares se conforman a partir de dos armazones metálicos pertenecientes al asiento y del respaldo, de dimensiones y configuración adecuadas a las de la butaca a obtener.
Dichos armazones metálicos están a su vez constituidos por un marco metálico al que se encuentran soldadas con varillas a modo de espirales.
Los armazones metálicos así constituidos, son introducidos y posicionados en un molde y sobre ellos se inyecta una masa de poliuretano que, al enfriarse, adopta la forma del molde que, lógicamente, se corresponde con la del respaldo y/o asiento. Obviamente, el armazón metálico queda embebido en la masa de poliuretano.
Las piezas pertenecientes al asiento y al respaldo, una vez tapizadas, se montan, articuladas entre sí, a unos costados, a los cuales a su vez van unidas las patas de apoyo y zapatas de anclaje de la butaca al suelo.
El conjunto que comprende los costados, patas y zapatas de anclaje, normalmente, como se ha indicado anteriormente, está constituido por piezas independientes soldadas o atornilladas entre sí. Uno de los problemas que presentan estos laterales, además de su propia construcción a base de varias piezas soldadas o atornilladas, es que no pueden ser uniformes, por cuanto han de adaptarse al suelo del local, así como a las variaciones en la altura de las butacas, lo que obliga obviamente el proceso constructivo de las butacas, por lo que se recurre a suplementos para estas piezas que terminan de calibrar y nivelar la propia estabilidad de la butaca en el pavimento.
Afortunadamente la industria del plástico y las técnicas en inyección del pvc de alta resistencia nos han brindado enormes posibilidades para mejorar sustancialmente la calidad de nuestras butacas. Siendo uno de los procesos más comunes para la obtención de productos plásticos. Hoy en día cada butaca que diseñamos está diseñada con estos componentes. El moldeo por inyección que requiere las piezas de las butacas para cines o teatros requieren temperaturas y presiones más elevadas que cualquier otra técnica de transformación, pero proporcionan unas piezas de mucha definición (siempre y cuando la resina utilizada no tenga una retracción excesiva), con superficies limpias y lisas, además de proporcionar un magnífico aprovechamiento del material, con un ritmo de producción elevado.
El ciclo de producción de cada una de las piezas de una butaca consta de ocho fases:
1) Cierre del molde
2) Avance del grupo de inyección
3) Inyección del material en el molde, cerrado y frío
4) Mantenimiento de la presión
5) Refrigeración y solidificación del objeto (comienza al terminar la inyección y dura
hasta que empieza la apertura del molde)
6) Retroceso del grupo de inyección
7) Plastificación del material para el ciclo siguiente
8) Apertura del molde y expulsión de la pieza