Fabricación de Cortinas Acústicas
Dentro del campo de la acústica, cuando nos hacemos referencia a mediciones acústicas, o inspecciones en materia de ruido, podemos considerar ruido de fondo todo tipo de sonido deformado que se produce de forma simultánea a la realización de una medida acústica, y que puede alterar al resultado de la misma. Estas mediciones son importantes a la hora de adecuar cualquier espacio o recinto cerrado. Y es que una de las soluciones que se aportan con mejores resultados en determinados pasos de puerta diáfanos o en huecos de luces o ventanas son las cortinas acústicas. Imaginemos que estamos evaluando el ruido que produce una discoteca, lugar por cierto donde se suelen colocar este tipo de cortinas. En este caso, esperaremos a que suene la música de la discoteca para efectuar las mediciones. Si el instrumento de medida (sonómetro) está midiendo, suena, por ejemplo, un teléfono, ese sonido es ruido de fondo. En este caso concreto el ruido de fondo es muy obvio, y el único problema que origina es la anulación y repetición de la medida. Pero, ¿qué ocurriría si el ruido de fondo fuera más leve, y por lo tanto más difícil de percibir?, ¿Y si el ruido de fondo escapara a nuestro control o fuera inevitable? En este caso, ese sonido indeseado sería recogido por el micrófono, y el sonómetro lo mediría, por lo que el resultado de la medida podría verse alterado.
Para evitar los posibles errores en la medida, y así hacer un diagnóstico certero para la adecuación de sus cortinas acústicas y tener en cuenta el ruido de fondo, en primer lugar debe hallarse si es posible que el ruido de fondo esté alterando el resultado. Realizando las mediciones con la fuente evaluada encendida y apagada percibiremos si el ruido producido por esta es importante. Si la diferencia entre ambas mediciones es pequeña (menos de 3 dB), la medida no es fiable. Si al encender la fuente de ruido la medida varía en más de 10 dB, el ruido de fondo no tiene influencia en la medida. A medio paso, el ruido de fondo está afectando a la medida en cierto grado. Por lo tanto, esta medida debe ser corregida por ruido de fondo.
En primer lugar debe dejarse claro el concepto básico sobre el ruido de fondo y es que no se mide, se evalúa. Como hemos comentado anteriormente, para poder estimar un sonido como ruido de fondo, este tiene que hacerse de forma simultánea a la medida. En el ejemplo anterior, si cuando suena el teléfono yo no estuviera midiendo, eso no afectaría para nada a la medida, y no sería ruido de fondo, ¿para qué lo voy a medir? Como se produce de forma simultánea, no es posible separar el ruido de interés (específico) del ruido de fondo. Por lo tanto, hay que buscar una forma de evaluar el ruido de fondo.
Para evaluar el ruido de fondo, en primer lugar, el técnico debe intentar minimizar la influencia de todas las fuentes de ruido ajenas a la materia de inspección. En nuestra empresa tenemos experiencia por ello y todas nuestras cortinas acústicas han sido probadas siguiendo todos estos criterios, incluso variando con múltiples variables y estados diferentes, como apagar el móvil, la tele, la radio, pedir silencio,… o buscar los momentos oportunos, en los que el ruido de fondo sea más bajo. En este punto, no se tiene más control sobre el ruido de fondo, pero sí se tendría sobre la fuente sonora. Así pues, se pondrá en funcionamiento la fuente de ruido objeto de inspección, y se efectuará una primera ronda de mediciones (dependiendo del plan de muestreo, modos de funcionamiento, requisitos legislativos,…). Estas mediciones estarán afectadas por ruido de fondo. A continuación debe apagarse la fuente de ruido, y repetir la medida.