Cuando estamos hablando de licencias de actividades económicas en restaurantes, las ordenanzas municipales en materia de acondicionamiento acústico son bastante específicas dependiendo de la ciudad, provincia o comunidad autónoma. Las cortinas acústicas son una solución decorativa y a la vez cumplen con creces su función, la de atenuar el sonido generado en el interior de este tipo de locales. Aunque no solo se ha de tener en cuenta la energía sonora que se emite hacia el exterior, sino también la calidad acústica que logremos en el interior del local.
En concreto en la zona de Madrid se hace un estudio donde se recopila información sobre la actividad, horarios, colindancia con otros negocios y domicilios particulares, etc…, para ello existen unos baremos en relación al tipo de negocio y los límites en decibelios permitidos.
TIPO 1.- Actividades sin equipos de reproducción o amplificación sonora o audiovisual y aforos inferiores a 100 personas, con niveles sonoros previsibles de hasta 80 dBA.
TIPO 2.- Actividades sin equipos de reproducción o amplificación sonora o audiovisual, con aforos de 100 personas en adelante y niveles sonoros previsibles de hasta 85 dBA.
TIPO 3.1.- Actividades sin equipos de reproducción o amplificación sonora o audiovisual salvo sistemas tipo hilo musical o aparatos de televisión, cuyo nivel de emisión máximo no podrá ser superior a 80 dBA.
TIPO 3.2.- Actividades con equipos de reproducción o amplificación sonora o audiovisual y niveles sonoros previsibles hasta 95 dBA, cualquiera que sea su horario de funcionamiento.
TIPO 4.- Actividades con equipos de reproducción o amplificación sonora o audiovisual, con actuaciones en directo o baile, cualquiera que sea su horario de funcionamiento. Los niveles sonoros previsibles se estiman superiores a 95 dBA.
Es clásico ir a un restaurante o bar donde tienen un gran televisor mientras estamos comiendo, este tipo de equipos audiovisuales , son capaces de superar los 80 dBA dentro del local por lo que se deberán instalar limitadores apropiados o limitadores internos, no manipulables por el usuario, ajustados y verificados “in situ”.
Para una adecuación del sonido, la temperatura a veces también afecta, cuando hace mucho calor, las ondas sonoras viajan más deprisa, ya que la atmósfera se hace más “espesa” y el sonido viaja con mayor facilidad. Para lograr un acondicionamiento acústico aceptable, aconsejamos la instalación de cortinas acústicas fonoabsorbentes que evitan el eco y la reflexiones.