Los diferentes elementos y diseños arquitectónicos aparecen en el cine desde los primeros tiempos. Desde los que se empleaban para la producción de películas como las que hacían los hermanos Lumière que solo ofrecían más bien una visión documental. Sin embargo, cineastas como Georges Méliès comenzaron muy pronto a filmar historias que requerían decorados, aunque sus primeros recursos eran totalmente teatrales, con telones para teatros pintados incluidos, el espectador en aquellos años se sentía emocionado ante semejante innovación.
En la abundante información sobre historia del cine, la función del diseño de decorados, así como las prestaciones y confort destinados a los espectadores que son en definitiva el foco de atención, especialmente en butacas para cines y teatros, ha recibido una atención especial en las últimas décadas. La arquitectura también implica un esfuerzo colaborador y, sin embargo, aquí también se ha privilegiado tradicionalmente la función del arquitecto sobre los demás participantes y factores en el proceso de construcción y diseño, aunque a día de hoy empresas como Decoratel España que invierte en investigación, puede aportar numerosas opciones para grandes salas de cines, en cuanto a seguridad y confort, las butacas para cines han evolucionado mucho en los últimos años, de hecho podemos aseverar que las butacas son prácticamente a la carta.
Otra razón para el largo abandono del tema de la arquitectura en cine es el hecho de que demasiado a menudo el diseño de decorados es únicamente advertido en un “estado colectivo de distracción” como Walter Benjamin ha caracterizado los encuentros con el cine y la arquitectura. Decorados cuya construcción puede haber llevado meses y costado millones, aparecen frecuentemente en pantalla durante unos pocos minutos o incluso segundos y el espectador podría estar distraído por la trama en ese preciso instante. Un examen más preciso de los decorados requiere una cierta falta de respecto hacia las condiciones técnicas del medio, que característicamente determina y limita el tiempo y el lugar para su contemplación. Aunque los colores y sobriedad se imponen hoy día, el diseño colorista se deja de lado para centrarse en la comodidad del espectador.
No obstante, en los últimos años se ha producido un renovado interés en el diseño de butacas y sobre todo en la accesibilidad, habiendo un creciente número de publicaciones, exposiciones y conferencias sobre el tema del cine y su arquitectura. Esta relación puede ser vista desde muchos aspectos, desde los documentales que se han hecho sobre un determinado arquitecto o edificio, hasta los arquitectos que han trabajado, esporádica o profesionalmente, para el cine, pasando por la escenografía más o menos arquitectónica, o por la relación entre ciudades y cines, o incluso por las películas cuyo protagonista es un arquitecto. Aquí nos interesa principalmente la relación entre el espacio fílmico y el espacio arquitectónico en relación con la puesta en escena.
En Decoratel España, dentro de su departamento para la asistencia, asesoramiento, fabricación e instalación de butacas para cines y teatros, ha llevado siempre como valor diferencial los controles rigurosos en cuanto a las propiedades ignífugas de todos sus elementos, haciendo sobre todo hincapié en las tapicerías, que aparte de llevar inherentes estas cualidades según normativas europeas, tienen otras funciones y mejoras que con los años hemos conseguido, como son tejidos antimanchas, gracias a la nanotecnología, que crea una película protectora en las fibras, haciendo que cualquier líquido o elemento orgánico no consiga penetrar entre la fibras, al igual que su capacidad ignífuga, estos nuevos tejidos se están incorporando también a otras áreas dentro del teatro.
La norma que rige la valoración de la inflamabilidad en el mobiliario tapizado es la norma UNE-EN 1021-1 + UNE-EN 1021-2. Estas normas europeas establecen un sistema de evaluación del comportamiento al fuego de productos de mobiliario tapizado y sus componentes, basado en fuentes de ignición pequeñas que simulan fases iniciales de fuego, reproduciendo las condiciones de uso normal y evaluando el riesgo potencial de que estos materiales inicien y propaguen fuegos.
Hay que tener en cuenta que estas normas aplican a diferentes combinaciones de materiales, tales como los revestimientos (tapicerías propiamente dichas) y los rellenos utilizados en asientos y respaldo de los tapizados en butacas para cines y teatros. La capacidad de un material de revestimiento para proporcionar protección frente a la ignición, puede evaluarse ensayándolo en combinación con un sustrato de inflamabilidad. Del mismo modo, el comportamiento de un relleno puede evaluarse utilizándolo junto con revestimientos que presenten diferentes tipos de comportamiento.
La “clasificación M” en nuestros días “C” según la nueva legislación presente, muestra dos ensayos principales en función de las características del material: espesor y flexibilidad. En ambos casos, aunque en condiciones diferentes, se evalúa la inflamabilidad y la propagación de llama de probetas inclinadas cuando son sometidas a un ataque combinado de radiación y llama directa.
Dependiendo del comportamiento que muestre el material durante el ensayo principal, aplican dos ensayos complementarios que evalúan el goteo del material y la persistencia de llama en materiales que funden y agujerean rápidamente. En caso de materiales inorgánicos, aplica otro ensayo que estudia la incombustibilidad del material.
En función de los resultados obtenidos en estos ensayos, se aplica un sistema de interpretación que distingue cinco clases:
M0 : Material incombustible
M1 : Material difícilmente inflamable y de baja propagación, sin gotas inflamables
M2: Material inflamable de baja propagación, sin gotas inflamables
M3: Material inflamable de propagación media, sin gotas inflamadas
M4: Material inflamable de propagación media, con gotas inflamadas