La característica fundamental de los telones para teatros son que están confeccionados con terciopelos ignífugos permanentes de difícil combustibilidad. pero existen otros tipos de tejidos en lonetas más ligeras que suponen un ahorro importante para el cliente. También y dependiendo del gramaje y tamaño del telón necesitará rieles automatizados con la suficiente resistencia y fiabilidad como para hacer adecuadamente su movimiento. En un escenario de teatro los sistemas de elevación y desplazamiento permiten la ubicación, la sustentación y desplazamiento vertical de telones para teatros escénicos, decorados y equipos de iluminación instalados sobre el escenario. La funcionalidad de estos complejos e innovadores sistemas implican la necesidad de trabajar con una dotación lo más completa posible de cortes o barras capaces de cubrir todo el área de escenario con diferentes barras-soporte dispuestas entre boca y fondo de escenario.
Archivo del Autor: Decoratel
Mantenimiento y técnicos en telones para teatros
Mantenimiento y técnicos en telones para teatros
¿Qué sería de una función si no contara con la calidad de los telones para teatros que confeccionamos y de los complementos técnicos como rieles? Y es que antes y durante una representación teatral hay todo un equipo humano dedicado a controlar todas las instalaciones eléctricas y la iluminación, así como los sistemas de elevación de todos los telones que componen una escenografía.
Se trata de un universo al que puede accederse a través de formación especializada, como la que han recibido nuestros técnicos, en opinión de Juan Carlos – «Realicé las prácticas de un ciclo formativo, ‘Realización de audiovisuales, montaje y mantenimiento de telones para teatros’. Al terminar, me contrataron en Decoratel España», explica. ¿Sus labores? Juan Carlos se dedica a la iluminación, mantenimiento, sonido, maquinismo de telones y bambalinas y colabora también en asistencia técnica a las compañías que necesitan de nuestros servicios para montajes especiales.
Pero la técnica también está abierta a los que la tienen como afición. Es el caso de Luis Alberto, director técnico y diseñador de iluminación y técnico de iluminación y estructuras nos comenta -. «Caí en este mundo de rebote. Soy licenciado en Sociología», explica.
Pero, «me gustaba todo lo relacionado con la técnica por mi ‘hobby’ de músico y casualmente conocí a gente de teatro y me introduje en este mundo casi de casualidad. Luego, las circunstancias me llevaron a Decoratel España, donde gracias al equipo de profesionales que tienen me ayudaron mucho a integrarme y a perfeccionar los conocimientos que ya tenía».
Si te preguntas cómo es el trabajo diario de un técnico teatral, debes saber que «no existe un día de trabajo estándar, porque esta profesión no se puede considerar como tal», aclara Esther González. Aunque, en su caso, hace distinciones en función de la tarea que hay que desempeñar. De modo que, si bien hace referencia al número de horas y al desplazamiento que supone llevar a cabo la instalación técnica de un bolo o evento (función de un día), como técnico en decoración «el trabajo es muy diferente, pues se supone que tienes tiempo para probar cosas, investigar y aprender con cada montaje y proyecto nuevo».
No obstante, el ser técnico en teatro también hace referencia a trabajos de mantenimiento de material o construcción, entre otros que forman parte de su ámbito laboral. Y es que, en este mundo, «no existe un día a día, ni cualitativa ni cuantitativamente. Una semana puedes trabajar 70 horas y a la siguiente 20. No es nada rutinario».
A día de hoy nuestros telones de teatro siguen siendo nuestra referencia en la escenografía de cualquier espacio escénico, con una larga tradición teatral España es uno de los países donde se ha cultivado más la cultura escénica acompañada de una realización arquitectónica donde se han ido especializando empresas del sector aportando una larga experiencia, nuestros usuarios en su mayoría los propios teatros pueden evaluar y constatar de primera mano la sofisticación y acabados de cada confección que pasa por nuestros talleres además de la conclusión insitu del telón en el lugar que le corresponde. Mejorar cada sección del telón es nuestra prioridad, incorporando una amplia gama de adornos que dan un aspecto más lucido a la vista del espectador. Cada una de nuestras creaciones vienen a demostrar el proceso tan específico que hacemos para lograr un objetivo, partiendo de un estudio en mediciones para asegurar y garantizar su funcionalidad. Los telones para teatros que hacemos cumplen con las normativas de seguridad contraincendios, según la nueva nomenclatura europea se clasifican en tejidos C1 de difícil combustibilidad.
¿Qué puede esperar el usuario de telones para teatros de nosotros?, con el equipo de profesionales que contamos en nuestra plantilla, sencillamente la mejora continuada y profesionalidad de saber que está en buenas manos, porque nuestro departamento técnico de compras vigila la calidad de los tejidos específicos ignífugos que son la base de nuestras creaciones, ya que seguimos estrictos procesos de calidad ISO 9001.2008 tanto en los procesos de gestión hacia el cliente como aquellos procesos dirigidos al control de tejidos con nuestros fabricantes, a los cuales les exigimos certificación de calidad para tejidos que van a adquirir la forma artística en la embocadura de un teatro.
En estos procesos examinamos durante el proceso de confección de un telón de teatro la implicación de la dirección de la empresa en cuanto a la responsabilidad con el cliente, es decir, hacemos un informe completo de los progresos informando periódicamente, de la gestión de los recursos que tienen que ver mucho con la optimización de los pedidos de tejidos, ya que intentamos siempre trabajar en serie, ahorrando costes y tiempo, para mejorar en los acabados de confección, estando presentes en cada hilatura que queda perfectamente cerrada con diferentes dobladillos. La finalización de nuestros telones terminan con la inspección de nuestro departamento de calidad que constata toda la trazabilidad en la programación y cumplimiento de cada apartado.
Adecuación de teatros al sonido con cortinas acústicas
La mejora y adecuación de teatros al sonido y otros espacios y lugares similares donde concurren muchas personas, conlleva en muchas ocasiones la incorporación de elementos suspendidos como cortinas acústicas para poder modular y mejorar una reverberación controlada que mejore las condiciones acústicas. Para auditorios destinados a palabra hablada con volúmenes entre 300 y 12 000 m3, los tiempos medios de reverberación deben encontrarse entre 0,7 y 1,2 segundos. Para música, los valores son mayores y oscilan entre 1 y 2 segundos, aunque deben ser mayores para música coral.
La reverberación es un fenómeno o efecto que es directamente proporcional al volumen del auditorio e inversamente proporcional a la cantidad de absorción que haya en él. Por ello las cortinas acústicas al ser absorbentes reducen la posibilidad de reverberación de manera efectiva. Para salas hasta 300 espectadores, un volumen de 3 a 5 m3 por asiento suele proporcional un nivel de reverberación adecuado para la palabra hablada, con el uso de materiales habituales como la madera o el revoco. Se considera 0,6 m2 la superficie de suelo ocupada por una persona, más unos 3 m3 de circulación por persona, lo que resulta en una altura de unos 5 m. En auditorios con mayores aforos esta altura es insuficiente, por lo que habrá de recurrirse a materiales absorbentes acústicos.
En auditorios para uso musical el volumen por asiento será de unos 8 m3 para conseguir tiempos de reverberación suficientes.. Cuanto más cerca esté el público de la escena y entre sí más se podrá reducir el volumen por asiento, aunque esto va en contra del confort de cada espectador.
Cuando el auditorio tiene unas dimensiones muy grandes y la máxima distancia a un asiento supera los 18 m son necesarios los reflectores situados en el techo, orientados a los asientos más lejanos. El material de los reflectores debe ser suave y sin poros, con un peso entre 5 kg/m2, para palabra hablada, y 40 kg/m2 para música.
La reverberación puede adaptarse a la acústica de la sala principalmente mediante métodos físicos o electrónicos, para adecuarla a los distintos tipos de representaciones en donde la propia capacidad del patio de butacas puede variar la calidad de audición.
Los métodos físicos implican movimientos de techos y paredes, no es el caso, pero con las cortinas acústicas apantalladas en verticales u horizontales o la modificación de la absorción de la sala mediante paneles se puede llegar a mejorar sustancialmente la calidad del sonido. Habilitar cortinas que generan una superficie más absorbente cuando están extendidas, apta para el teatro, y más dura, para música, si están recogidas, pueden llegar a ajustar los tiempos de reverberación hasta en un 40%, mientras que el 60% restante depende del público y los asientos. Los sistemas electrónicos se basan en el uso de micrófonos y altavoces que emiten en múltiples canales sonoros.
En el diseño del edificio se han de considerar las siguientes consideraciones entre espacios:
Si existe más de un auditorio, deben estar separados entre ellos tanto en planta como en sección, sin compartir paredes. Las salas de ensayo y talleres deben estar separados entre ellos y de la escena.
El auditorio y escena deben contar con vestíbulos acústicos en sus puntos de entrada.
Las salas de instalaciones deben estar situadas lejos de las zonas de representación, para evitar la transmisión de ruidos y vibraciones.
Los factores que pueden influir en la correcta audición de la representación por parte del espectador: Proximidad al escenario: cuanto más cercano esté el espectador, escuchará una mayor parte de sonido directo, mientras que en posiciones lejanas recibirá una combinación de sonido directo y reflejado espaciado en el tiempo. El volumen de la sala tiene una relación directa con su tiempo de reverberación y es necesario determinar el volumen correcto para cada tipo de representación o el uso que se le va a dar.
Para la palabra hablada, es suficiente con un volumen de 5 m3 por persona. Los tiempos de reverberación serán próximos a 1 segundo para frecuencias medias. En teatros debe sentarse al público lo más cercano posible a la escena, en torno a ella tanto en el patio de butacas como en palcos. Las buenas visuales favorecen la buena acústica. A partir de un aforo de 1000 espectadores será necesario utilizar amplificación de sonido.
Para músico, el tiempo de reverberación asciende a 2 segundos, mayor en los bajos, lo que implica como mínimo un volumen de 10 m3 por persona. Es habitual el formato en doble cubo, que permiten una audiencia de hasta 1800 personas con la mejora de acústica proporcionada por las reflexiones de paredes y reflectores en techos.
Los espacios multiuso tienden a ser espacios pequeños, para unos 200 espectadores y sistemas de modificación de la acústica con cortinas acústicas de alta capacidad para mejorar la calidad envolvente del sonido en un espacio cerrado.
En general, además de la asesoría de un experto, se realiza una simulación acústica mediante modelos físicos a escala 1/20 o mediante ordenador para obtener un estudio más detallado del funcionamiento del edificio.